Ramón Trujillo presenta una moción para que el consistorio chicharrero asesore y apoye el aprovechamiento de las subvenciones públicas previstas en los próximos años para el autoconsumo de electricidad con fuentes renovables
El portavoz del grupo municipal de Unidas Podemos (Izquierda Unida-Podemos-Equo), Ramón Trujillo, propone al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que lleve a cabo su propia estrategia para promover la creación de comunidades energéticas por parte de la ciudadanía y las pequeñas y medianas empresas (pymes), y, en especial, a sectores sociales de bajas rentas, de manera que tengan la oportunidad de aprovechar las subvenciones e incentivos que para este fin se destinará en los próximos años, incluyendo fondos europeos.
En una moción que ha presentado al Pleno previsto para este viernes, el concejal pide que el Ayuntamiento utilice las vías más adecuadas para asesorar y facilitar la participación ciudadana en la producción de electricidad con energías renovables para el autoconsumo, e incluso la venta de la excedente, lo que contribuye no solo a la llamada soberanía energética sino a la transición hacia un sistema sin emisiones contaminantes causantes del cambio climático.
Trujillo propone divulgar las subvenciones disponibles para este fin además de que se estudie la cesión de cesión de cubiertas, terrenos y espacios municipales para facilitar la generación de energía renovable a comunidades energéticas.
En el acuerdo que propone, el edil de la confluencia de izquierdas también solicita al Ayuntamiento que busque la colaboración del Cabildo de Tenerife para llevar a cabo estos objetivos.
Una comunidad energética es un grupo de personas que se unen para beneficiarse colectivamente de las mismas instalaciones de generación de energía fotovoltaica y de otras medidas relacionadas con el consumo y la producción de la energía.
Como explica Trujillo en la exposición de motivos de su moción, “las comunidades energéticas son una herramienta en crecimiento para producir la energía que se consume con fuentes renovables, y sirven para expandir el uso de las energías renovables, reducir la factura de la luz, poner en marcha medidas de eficiencia energética en los hogares, sistemas de movilidad sostenible y, asimismo, generan espacios para que la ciudadanía comparta cuestiones de energía, clima y democracia”.
El concejal destaca que “la relación que mantiene la ciudadanía con la energía cambia con una comunidad energética, puesto que quienes hasta ahora han sido simples consumidores empiezan a producir energía y a repartirla entre las personas participantes”.
Las comunidades energéticas pueden llevar a cabo múltiples actividades: producir, consumir, almacenar, compartir o incluso vender energía, siempre y cuando los beneficios económicos reviertan en la mejora de la comunidad o de la zona en la que opera.
Por tanto, tal como se explicita en la moción, estas comunidades pueden desarrollarse por grupos que trabajan de manera informal o constituidos en personas jurídicas (cooperativas, asociaciones… ), y pueden crearse con o sin la participación de las instituciones públicas y financiarse con fondos propios, préstamos bancarios o donaciones.
La propiedad de las comunidades energéticas incluye diferentes formas legales, como asociaciones, cooperativas, fundaciones comunitarias, empresas de responsabilidad limitada o empresas públicas. Incluyen a personas a título individual, pymes, corporaciones locales, agrupaciones profesionales, asociaciones… y suelen tienen un modelo de toma de decisiones que asigna un voto a cada participante.
“Las comunidades energéticas pueden establecerse en polígonos industriales, en comunidades de residentes, o entre pymes y colectivos vecinales, por ejemplo”, subraya el concejal de UP.
Ramón Trujillo
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