Luisa Tamayo denuncia la «total falta de transparencia y actitud antidemocrática» de CC y PP con esta inversión costosísima» que no ha sido tratada ni en el Pleno ni en el Organismo Autónomo de Cultura

La concejala cuestiona la viabilidad del proyecto, basada en expectativas irreales de visitas de residentes y turistas, en una ciudad «sin política cultural» y que lo gastará todo en «un museo para un escultor del XIX sin vinculación alguna con Santa Cruz ni con Canarias»

Unidas Podemos (Izquierda Unida-Podemos-Equo) expresa  su total rechazo al gasto de 15 millones previsto por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para comprar esculturas con las que crear en la capital chicharrera una franquicia del Museo Rodin, al que se destinará la mayor parte del edificio del Viera y Clavijo una vez rehabilitado el monumento.

La  concejala  Luisa Tamayo, portavoz de UP en el área de Cultura, muestra la «indignación y estupor» de este grupo de la oposición por la «total falta de transparencia» con que el gobierno de CC y PP ha gestionado este asunto, «secuestrando el proyecto» para que no se debata ni en los órganos colegiados donde está la oposición ni en la opinión pública, y con ocultación de su verdadero coste desde hace meses, hasta que por la prensa se ha conocido el multimillonario desembolso en esculturas. «Una manera antidemocrática de actuar», remacha la edil.

Tamayo -que ofreció este 27 de octubre una rueda de prensa junto al portavoz municipal de UP, Ramón Trujillo- cuestiona la viabilidad económica de esta iniciativa y que se haga esta “costosísima” inversión con dinero público para un museo de un escultor del siglo XIX “que no tiene relación alguna ni con Santa Cruz ni con Tenerife ni con Canarias”.

La edil de UP observa que el estudio de viabilidad encargado a una empresa externa resulta «absolutamente confuso y errático porque toma datos que se contradicen con la realidad», ya que estima que el museo lo visitarían 60.000 personas residentes cuando realidad Canarias tiene el porcentaje más bajo de población que asiste a museos, y, por tanto, se cifran todas las expectativas en captar turistas, hasta superar el medio millón de entradas al año.

Tampoco se cree UP que el impacto de este museo sea de 61 millones anuales en la economía de la ciudad, como se prevé en este estudio de impacto económico, en el que además no se tiene en cuenta el importe total de la inversión, ni los costes de gestión y mantenimientos, ni otros aspectos.

Tamaña sangría económica a costa de los impuestos de los chicharreros y chicharreras, según la concejala, la pretende sacar adelante de esta opaca forma un gobierno municipal que «no tiene proyecto cultural para Santa Cruz, pues ni siquiera fueron capaces de organizar una feria del libro a la altura de esta ciudad». «La concejala de Cultura, Gladys León, subordina toda su política a un carísimo museo para un escultor totalmente desvinculado de nuestra realidad cultural y social», insiste Tamayo.

Los 15 millones en 83 esculturas se destinarían en realidad no a obras únicas y originales de Rodin, sino a copias del molde original en series de 12, por lo que «una misma escultura puede ser vista en París y otras 12 ciudades del mundo». A esta cuantía económica habría que añadir el alquiler de la obra titulada La puerta del Infierno así como los gastos de transporte y conservación, algo que todavía no está reflejado en los presupuestos, según destaca Tamayo.

Además, UP pone de relieve que, de manera sorpresiva e inesperada, sin ningún tipo de debate social y político, CC y PP han decidido dedicar el monumental Parque Cultural Viera y Clavijo -por otra parte ejemplo de calamitosa gestión de su rehabilitación desde hace más de una década- a una finalidad no prevista, «pese a que en su día, cuando se cedió a la Comunidad Autónoma para que lo rehabilitara, era un referente cultural por la variedad de actividades culturales y educativas que allí tenían lugar», a las que asistían numerosas personas, y este Bien de Interés Cultural (BIC) tenía, por tanto, un uso social relevante.

Por todo ello, Tamayo invita a reflexionar a la ciudadanía «si, en estas circunstancias, no resulta extraño comprometer 15 millones de euros para este fin cuando ni siquiera se ha rehabilitado el edificio ni se ha decidido el modelo de gestión de ese museo».