Dolores Espinosa critica que los y las feriantes en peor situación económica no podrán pagar el dinero que les pide el promotor de la feria anunciada del 20 de mayo al 13 de junto al Palmetum

La concejala reprocha al gobierno local su «insensibilidad» con estas personas que no han recibido ayudas directas del Ayuntamiento ni permiso para instalar autobares y quioscos cuando sí se permiten terrazas exprés en la vía pública a los establecimientos de restauración

Dolores Espinosa, concejala de Unidas Podemos (Podemos-Izquierda Unida-Equo), vuelve a reclamar al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que permita de forma extraordinaria y temporal a feriantes del municipio instalar sus autobares y quioscos en diferentes puntos de la ciudad, para que puedan obtener ingresos tras 15 meses sin poder ejercer la actividad debido a las constantes restricciones por la pandemia, lo que les ha llevado a sufrir una situación en algunos casos «dramática y desesperante».

Espinosa reitera esta petición, como ya hiciera Unidas Podemos en varias ocasiones desde noviembre pasado, ante la «incomprensible» ausencia de ayudas del Ayuntamiento para este colectivo, y tras constatar que una parte de esas personas que trabajan por cuenta propia carecen de medios suficientes para abonar el dinero que les pide el promotor que instalará la feria prevista entre el 20 de mayo y el 13 de junio junto al Palmetum.

La edil se pregunta por qué el propio Ayuntamiento no promueve en estos momentos estas ferias, para realmente ayudar a feriantes en apuros que ahora no tienen capacidad de pagar a un promotor privado.

La concejala pone de relieve que, «mientras en Santa Cruz se permiten terrazas exprés, ocupando la vía pública, a los establecimientos de restauración y hostelería, hasta que duren las restricciones por la covid-19, el gobierno local no permite que se puedan beneficiar de esta medida los y las feriantes del municipio». Una medida, según subraya Espinosa, que sí han tomado ya ayuntamientos como los de La Laguna, Las Palmas de Gran Canaria, La Orotava, Los Realejos o Icod de los Vinos.

La edil repara en que esta actitud “insensible” de CC-PP «precisamente golpea en especial a los y las más débiles económicamente en este colectivo; pues la única salida que les ofrece el gobierno municipal es participar en una feria en la que un promotor privado les pide, por ejemplo, 1.100 euros por instalar un puesto de golosinas o crepes, 1.800 por uno de papas, 2.000 por una churrería, 2.500 en el caso de juegos infantiles y 2.800 por venta de hamburguesas».

«¿De dónde sacarán ese dinero quienes llevan 14 meses sin trabajar?», se pregunta la concejala, quien insiste en que «lo lógico sería liberarles de esa carga para que puedan remontar en sus pequeños negocios, en lugar de imponerles un nuevo castigo económico a través de un empresario para poder retomar su actividad». “El balón de oxígeno no es para estos feriantes, sino para un empresario concreto”, remacha Espinosa.

Unidas Podemos viene reclamando ayudas para este colectivo desde noviembre, cuando el Pleno del Ayuntamiento aprobó una moción que instaba a facilitar que autobares y quioscos pudieran ejercer la actividad y que se les concedieran subvenciones para que afrontaran su dramática situación, que no ha hecho sino empeorar desde esa fecha a la actualidad. «CC y PP han dejado desamparadas a estas personas, y ahora solo parece darle aire a una empresa que organiza ferias, pero no a los y las feriantes con menor capacidad económica», apostilla Espinosa.