Ramón Trujillo Morales, concejal de Unidas Podemos (UP), José Ángel Martín Bethencourt, concejal del Grupo Municipal socialista (PSOE) y Matilde Zambudio Molina, concejal del Grupo Municipal Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, vienen a formular para su aprobación la siguiente Moción para su debate y aprobación, si procede, de acuerdo con la siguiente

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El pasado día 6 de abril nuestro municipio perdió a una de sus vecinas más comprometidas con la defensa del bien común y que, para quienes la conocimos, fue siempre una persona entrañable, generosa y empática. Dolores Schneider tuvo un compromiso permanente con la defensa de valores medioambientales y con lucha por la preservación de nuestro territorio y, asimismo, fue un referente insustituible de la respuesta ciudadana a la corrupción que conllevó el proceso de urbanización de la Playa de Las Teresitas y su entorno.

Dolores Schneider nació en Münster, Alemania, en 1941 y vino a residir en Santa Cruz de Tenerife en 1964. Sus padres se habían instalado en el municipio con anterioridad y construyeron la casa familiar en Montaña Morera, en San Andrés. Después de dos años completando sus estudios en Alemania, Dolores Schneider decidió quedarse a vivir definitivamente en Tenerife. Aquí desarrolló su vida personal y trabajó durante años en una empresa como traductora y secretaria. Posteriormente, trabajó para el Consulado alemán en la Isla.

Dolores Schneider se implicó en la lucha ciudadana para evitar que el frente de la Playa de Las Teresitas fuera ocupado por edificios y hoteles. El 2000 empezó a implicarse en la lucha ecologista, entró en la Asociación de Amigos de la Playa de Las Teresitas y el Litoral de Anaga y participó en la organización de la gran manifestación de ese año para impedir que prosperara el proyecto de construcción de hoteles en la playa. Hay que recordar que toda aquella movilización fue absolutamente clave para preservar el entorno natural y la playa de Las Teresitas.

Con posterioridad, esa lucha continuó en la movilización contra el Mamotreto, el edificio de aparcamiento y locales comerciales que descalabraba el paisaje de la playa y San Andrés y que, además, a causa de las ilegalidades cometidas durante su desarrollo, acabó teniendo que ser demolido. Schneider también se implicó a fondo en la Plataforma para la demolición de ese edificio, a medio construir, de la que fue elegida presidenta.

Fue la época en que tuvo un gran impulso la concienciación ciudadana en defensa del territorio, que se materializó en Asamblea por Tenerife. En esa iniciativa colectiva también estuvo involucrada Dolores Schneider, con una gran actividad que trató de frenar la construcción del Puerto de Granadilla y que también coincidió con la Plataforma que cuestionó importantes aspectos del Plan General de Ordenación de Santa Cruz de Tenerife que se elaboraba en aquellos años.

Schneider impulsó la protesta contra la tala de los laureles de indias que se hallan en la carretera de Taganana en San Andrés. El denominador común de su activismo fue la preservación de los valores naturales y estéticos de nuestro medio y, en particular, del entorno de San Andrés, el lugar en que vivió. Por eso fue tan intensa su implicación en la lucha por impedir la urbanización que destrozaría el frente de playa, el Mamotreto que afeaba el espacio de la costa o la urbanización de los valles de Las Huertas y El Cercado que sobrecargaría un espacio frágil y reducido. Y también por todos estos motivos fue una persona que gozó de gran aprecio entre la ciudadanía de San Andrés y entre toda la gente involucrada en la defensa de nuestro territorio en Tenerife.

Dolores Schneider fue particularmente consciente de la relación que la lucha por preservar el entorno natural e impedir la depredación del territorio tenía con la lucha contra la corrupción. Porque ella fue víctima de la trama corrupta, empresarial y política, que dirigió el proceso de urbanización de Las Teresitas y su entorno.

En el año 2000 descubrió que su casa no figuraba a su nombre en el Registro de la Propiedad, sino que había sido inscrita a nombre de Inversiones Las Teresitas, sin su conocimiento. Su propiedad había desaparecido del Registro. Y, entretanto, en el Catastro sólo aparecían los planos de una urbanización prevista en ese espacio para el futuro. Su caso fue idéntico al de numerosos vecinos y vecinas de Montaña Morera, que también vieron desaparecer sus propiedades del Registro. En esa época le repetían que la echarían de su casa.

Schneider y sus vecinos y vecinas iniciaron una larga lucha que empezó por constatar que no tenían ningún apoyo en las autoridades municipales. Luego pasaron largos años de denuncias en los juzgados, de protesta pública por lo sucedido y de muy poca repercusión mediática. Durante esos largos años la gente de Montaña Morera temió perder definitivamente sus casas y sufrieron un enorme coste personal por la angustia generada por la situación descrita. Y, obviamente, también costes económicos para afrontar la lucha judicial. Finalmente, el Tribunal Supremo reconoció los derechos de las personas afectadas por este atropello. Pero, todavía en septiembre de 2018, Dolores Schneider intervenía en el Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife reclamando que la corporación municipal ejecutara la Sentencia que obligaba a retrotraer el planeamiento de la zona a 1989, cuando las fincas afectadas estaban debidamente registradas.

En suma, Dolores Schneider tuvo un papel destacado en haber logrado la preservación del entorno natural de Las Teresitas y San Andrés, en la lucha contra la corrupción en el proceso de urbanización de esa zona y, asimismo, fue una activista ecologista implicada en numerosas causas defendidas en la isla de Tenerife en las últimas décadas.

Por todo lo expuesto, proponemos al Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife el siguiente

ACUERDO

Impulsar las actuaciones que conduzcan al ejercicio de la iniciativa para la incoación del expediente de concesión de honor y distinción de la Ciudad como reconocimiento a la Sra. Dña. Dolores Schneider por su destacada conducta y los relevantes méritos derivados de los servicios prestados a la colectividad municipal, en los términos previstos en el Reglamento Especial de Honores y Distinciones.