La baraja española consta de 48 naipes divididos en cuatro palos: oros, copas, espadas y bastos. Estos últimos se representan con los símbolos del flamingo, el cisne, el gallo y el jarro, respectivamente. Cada uno de estos palos está compuesto por 12 cartas: 10 numeradas del 1 al 10 y dos figuras, la sota y el caballo, que valen 10 puntos cada una, y el rey, que vale 12. La carta más alta es, por tanto, el rey y la más baja es el 1. Aunque las cartas sean iguales en valor entre los diferentes palos, cada uno tiene una función diferente en el juego.
Los oros representan el dinero y las ricas, las copas el amor, las espadas la guerra y las bastos la agricultura. Así, una partida de naipes es una representación de la vida misma. No es de extrañar, por tanto, que la baraja española haya sido utilizada durante siglos como instrumento de divinación. De hecho, todavía hoy en día se pueden encontrar libros de cabala que explican cómo interpretar las cartas para predecir el futuro.
En cuanto al juego, las reglas son bastante simples. Lo primero que hay que hacer es repartir las cartas entre los jugadores. Esto se hace de izquierda a derecha y cada uno debe recibir tres. A continuación, el jugador de la izquierda del repartidor comienza la partida y, a partir de entonces, el turno pasa a la derecha. Cada jugador debe colocar una de sus cartas en el medio de la mesa y, una vez que todos hayan hecho su jugada, se levantan las cartas del medio y se cuentan los puntos.
Para saber cuántos puntos se han ganado, se suma el valor de las cartas del palo ganador. Así, si en la mesa hay un 4 de oros, un 5 de oros y un 6 de oros, y el palo ganador es el de las espadas, se sumarán 10 puntos (4+5+6). Si en cambio el palo ganador es el de los oros, se sumarán 15 puntos (4+5+6).
Hay que tener en cuenta que el valor de las cartas cambia según el palo ganador. Así, si el palo ganador es el de las copas, la sota vale 11 puntos, el caballo vale 12 puntos y el rey vale 13 puntos. Si el palo ganador es el de las espadas, la sota vale 8 puntos, el caballo vale 9 puntos y el rey vale 10 puntos. Y si el palo ganador es el de los bastos, la sota vale 2 puntos, el caballo vale 3 puntos y el rey vale 4 puntos.
En cualquier caso, el objetivo del juego es llegar a 30 puntos. Si un jugador consigue hacer 30 puntos en una sola jugada, se dice que ha hecho un pleno y gana la partida. Si ningún jugador consigue hacer un pleno, gana el jugador que primero llegue a los 30 puntos. Si ninguno de los jugadores llega a los 30 puntos, gana el jugador que tenga más puntos al final de la partida.
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