La moción presentada por Dolores Espinosa recibió el apoyo de todos los grupos políticos en el Pleno municipal, por lo que se estudiará además crear en la capital tinerfeña un servicio de perros de protección para acompañar a mujeres víctimas de violencia machista

El acuerdo alcanzado implica modificar las ordenanzas para permitir el acceso de estos perros a lugares de la ciudad donde ahora lo tienen vetado e instar al Parlamento regional a que haga lo propio con cambios legislativos para  que este avance llegue a todo el Archipiélago

La concejala de Unidas Podemos leyó una emotiva carta de Eva (nombre ficticio, por seguridad), una mujer chicharrera maltratada a la que poseer un perro de protección ha cambiado su vida y la de sus hijos, pero se queja de las restricciones de acceso a su mascota a muchos sitios

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 26-3-2022

“Cuando me separé no queríamos salir a la calle, teníamos miedo. Pero tener a mi perro de protección ha significado todo para mi y mis hijos. Es un antes y un después. Llegó para devolvernos la libertad de vivir y disfrutar de la vida. Sin embargo, no dejar entrar a nuestro perro en todos los lugares públicos es como si sin saber nadar nos tiraran al mar sin flotador. Lo pido de corazón: necesitamos que pueda acceder a todos sitios a nuestro lado, para por fin poner el ansiado punto y final a esta historia de terror”.

Este es parte del desgarrador y emotivo testimonio de Eva (nombre ficticio, por su seguridad), una chicharrera víctima de violencia machista, cuya carta leyó este viernes en el pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife la concejala de Unidas Podemos Dolores Espinosa, en apoyo de su moción, que resultó aprobada, para estudiar la creación de un servicio de perros de acompañamiento a mujeres maltratadas, así como la modificación de ordenanzas municipales para que estos canes puedan entrar en espacios públicos donde ahora están vetados.

Además, el Pleno santacrucero solicitó que esta última medida se extienda a toda Canarias y, que, por tanto, se inste al Parlamento autonómico a realizar los cambios legislativos que sean necesarios para ello.

La edil de de Unidas Podemos (Izquierda Unida-Podemos-Equo) logró el apoyo de todos los grupos políticos municipales a su moción y confía ahora en que el consistorio realice ese estudio lo antes posible para que desde este mismo mandato se pueda favorecer que las mujeres víctimas de violencia de género puedan tener esta ayuda, como ya ocurre en municipios como Ciudad Real o Barakaldo.

La edil explica que los perros de protección «no son animales entrenados para agredir y causar daño, sino que su función primaria es la disuasoria y que, de ser necesario, puedan bloquear al agresor y servir de alerta a otras personas». «Se trata de una medida complementaria a las que ya adoptan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como herramienta de apoyo para que las víctimas de violencia de género se sientan protegidas», argumenta la concejala.

En la exposición de motivos de la moción aprobada se apunta que «los perros tienen un instinto de protección muy desarrollado, son seres sociales y emocionales, sienten una empatía muy grande, lo que los hace cuidadores y protectores innatos».

Son muchos los beneficios que reporta estos animales a estas mujeres: aumentan la sensación de seguridad y la protección frente al agresor, colaboran en la llamada de socorro ante una situación de amenaza o de peligro, acortan el tiempo de respuesta en estos casos, ofrecen apoyo psicológico, da compañía, obligan a salir a la calle a la persona y a socializar y relacionarse de manera natural con el entorno, ayudan a los niños y niñas, reducen los niveles de estrés e incrementan la autoestima.

Hay que recordar que Canarias es la cuarta comunidad autónoma española con la tasa más alta de víctimas de violencia de género, con 86,6 por cada 10.000 mujeres en 2021, notoriamente superior a la media nacional, que fue de 66. Sólo en Tenerife, el año pasado se registraron 3.732 denuncias en los juzgados por violencia machista.

En la carta leída por Dolores Espinosa ante el Pleno, Eva confiesa: “El mismo día que tuvimos al perro por primera vez, mis hijos sonrieron a carcajadas, lo cual no hacían desde hacía mucho tiempo, y fueron capaces de dormir en su habitación. Ya salimos a la calle cada vez con menos miedos y con más ganas”.